Etiopatogenia
La transmisión más frecuente persona a persona de la “enfermedad infecciosa respiratoria aguda emergente”por el virus SARS CoV-2, más conocido como COVID-19, se produce por el contacto con personas infectadas, quienes al toser o estornudar expulsan gotas de secreciones respiratorias contaminadas con el virus y que contagian a otras personas cuando estas respiran dichas gotas. Además, otra vía de contagio importante es el contacto de las manos con superficies contaminadas o con las manos de personas enfermas, para luego de tocar los ojos, boca o nariz, el virus penetra las mucosas, produciendo el contagio (por ello es fundamental el lavado de manos y la protección con mascarilla para cortar la diseminación).
Si bien la transmisión por la vía respiratoria y fómites son las más frecuentes, se ha informado que se aisló el virus de hisopos fecales y sangre provenientes de un paciente con neumonía crónica el “10 Febrero de 2020 de un caso crítico en el Quinto Hospital Afiliado, Universidad Sun Yat-Sen, Guangdong, China lo que indica la posibilidad una transmisión por múltiples rutas”
El periodo de latencia de la infección, de acuerdo a la investigación epidemiológica, es de 1 a 14 días, entre los cuáles es altamente transmisible. El contagio no se exceptúa en el caso de personas asintomáticas, según la inmunóloga e investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, Gigi Gronvall, “las personas asintomáticas tienen la misma carga viral que los casos sintomáticos”predisponiendo un mayor contagio de la enfermedad de coronavirus en la comunidad, a diferencia de otras enfermedades virales, cuya transmisión se da al comienzo de la aparición de síntomas, siendo más fáciles de controlar.
Síntomas
Un estudio realizado por el equipo liderado Prof. Nan-Shan Zhong en 1099 pacientes diagnosticados de COVID-19 en Wuhan, China, mostró en sus resultados estadísticos que los síntomas fueron “fiebre presente en el 43.8% de los pacientes al ingreso, pero desarrollada en el 88.7% durante la hospitalización; el segundo síntoma más común fue la tos (67.8%); la fatiga en un 38.1%; producción de esputo en 33.4%; falta de respiración en un 18.6%; las náuseas o los vómitos (5.0%) y la diarrea (3.8%) fueron poco frecuentes.
Entre la población general, el 23.7% tenía al menos una enfermedad coexistente”, los síntomas, evidentemente no sólo son de naturaleza respiratoria, como el sistema al que ataca el virus principalmente. Tanto la fiebre como la tos son los síntomas predominantes de la enfermedad de coronavirus, luego le siguen los síntomas de las vías respiratorias superiores, y al final los gastrointestinales, presentes rara vez en los pacientes.
En este contexto, se puede determinar una de las razones por las que los ancianos son población de riesgo: la mayoría de la población de mayor de edad contagiada de SARS CoV-2, tienen enfermedades subyacentes tales como la hipertensión, diabetes y problemas cardiovasculares, por lo que están más dispuestos a desarrollar en un corto tiempo síndrome de dificultad respiratoria aguda, shock séptico, acidosis metabólica y disfunción en la coagulación sanguínea, conduciéndolos a la muerte más rápidamente que pacientes jóvenes y de mediana edad.
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